El sueño de los "canita voladora", de los "Don Juan Tenorio",
hecho realidad. La trampa en su esencia más (im)pura. No más excusas poco
creíbles, preocupaciones o coartadas de medio pelo. Sí, si algo faltaba en
nuestro generoso país es una empresa dedicada en forma profesional y full-time a
garantizar que las infidelidades se concreten.
Si usted tiene una aventurilla
por concretar y su esposo/a o suegra le respira en la nuca y no puede sacarse
sus marcas personales de encima, ya tiene cómo evadirlas. Llama al celular de un
Cupido Postmoderno y listo. En cinco minutos él lo llamará con todo el plan
arreglado y listo para ser ejecutado.
Y si teme que su esposo/a desconfíe, él
llamará a su casa y se hará pasar por un empleado de la compañía, o enviará una
invitación de un Congreso, o pagará la factura del hotel, o comprará sus pasajes
de avión con un seudónimo, o... lo que usted prefiera y lo deje
tranquilo.
"Como decimos en nuestra página de Internet, somos la primera
agencia latina de coartadas personales", explica Alejandro, uno de los
responsables de la empresa. Con sede en Rosario, el grupo de 18 actores y
creativos, como ellos mismos se definen, extendió sus redes casi
previsiblemente: "Cubrimos todo el país y los países limítrofes", dice
Alejandro, pero sus áreas más "calientes" son Buenos Aires, Córdoba y,
precisamente, Rosario.
De acuerdo a "www.zcuza.com.ar", la empresa "ofrece un
servicio de coartada y encubrimiento a su cónyuge o pareja", con el "más alto
nivel y profesionalismo". Y esto, al punto de que crearon la figura de los
"secretarios y secretarias ángeles".
"Si uno de nuestros clientes
necesita un colaborador 'in situ' para cubrir todo tipo de eventualidad,
nosotros se lo destinamos para que lo acompañe y lo custodie", dice Alejandro,
"aunque obviamente no participará en la aventura, ni mucho menos". Por caso,
atenderá las llamadas molestas a su celular y alejará a los molestos y curiosos
que pudieran cruzársele en su camino hacia la concreción del sueño dorado.
Su
clientela es masculina en su mayoría, pero desde que comenzaron a hacerse
conocidos a nivel nacional, también las damas se animaron y empezaron a
solicitar coartadas. "La publicidad nos beneficia por la propia repercusión",
explica Alejandro, "pero espero que también se calme todo para poder trabajar
con tranquilidad". Es que, para ser una empresa que comenzó en agosto de 1999,
prestando servicios a amigos y conocidos, ahora no para de crecer.
Con
estrictas reglas de privacidad y seguridad, Zcuza no brinda datos
comprometedores de ninguna clase a nadie. "No damos información acerca de
quiénes son nuestros clientes o de qué ciudad provienen", afirma la voz desde el
otro lado del celular. "Tanto es nuestro énfasis en el resguardo de la
confidencialidad que, salvo que el cliente solicite un secretario, sólo una
persona de la empresa conocerá su pedido. Ni siquiera comentamos los servicios
entre los dueños, lo tenemos prohibido".
"Le garantizamos toda la reserva
necesaria, sin que Usted ponga en riesgo su situación familiar, laboral,
económica, social, etc. Preserve la tranquilidad de su hogar, de sus hijos y
demás allegados", pregonan desde la Red. Y, por si fuera poco, anuncian:
"Preserve su ética profesional".
"El abono anual es de 150 dólares, con ello
usted puede usar y disponer de todos nuestros servicios por un año", anuncia la
página virtual. Al desembolsar el dinero en la cuenta de un prestigiosísimo
Banco, el flamante cliente recibe un carnet "con su código de usuario" de una
empresa, obviamente ficticia, y un contrato por el que Zcuza se compromete a
mantener la privacidad y la persona a utilizar los servicios sólo para citas
amorosas y para ningún otro fin. Es decir, de trampa, sí; tramposos,
no.
En cuanto al precio de las "aventuras", "coartadas", "cañitas", o
como quiera que se desee llamarlas, cada servicio tiene un valor diferente. Es
que, mantener una empresa que no puede fallar y lista para responder las 24
horas del día, los siete días de la semana, jamás será demasiado
barato.
Cuarenta pesos cuesta que le envíen por correo a su domicilio una
invitación a un congreso, o evento similar, cualquiera que usted indique. Ojo,
advierte Alejandro, "nosotros podemos crear el evento o conseguirle una
invitación real para un evento real, como el clienta prefiera".
Otra
posibilidad es que llamen "a su casa o empresa confirmando su asistencia a dicho
evento", lo que cuesta otros 25 pesos. La complejidad propia del resto de
prestaciones posibles -reserva de hoteles, pasajes o lo que a usted se le
ocurra- determinará el precio del o de los servicios requeridos.
Pero si
usted es un caballero o una "lady" y no suele ir "a los bifes" rápidamente,
ellos también pueden ayudarle. De hecho, en la Red anuncian: "Quiere usted señor
o señora declararle su afecto e interés a una persona determinada, o invitar a
tomar un café, una cena, etc. Lo hacemos por usted, mediante un presente o
nota".
Alejandro es muy claro a la hora de justificar el servicio: "Hoy se
miente en cosas más sensibles y perjudiciales para todos como la política, y lo
que ofrecemos es algo privado de las personas que quieren darse un gusto, sin
arriesgar su posición". Casi, casi, una mentira
piadosa.